Recuerdo que cuando
era muy niño y estaba en la guardería, solía jugar muchos juegos, escondernos y
buscarnos, a atraparnos, a colorear, a cantar con la profesora, éramos muchos
niños, y siempre jugando, aprendiendo cosas, pero Jugando. Había un juego
particular, consistía en que uno tenía unos papelitos, unos cuadrados de papel rosado,
otros cuadrados blancos y otros amarillos, con los rosados podías comprar moras
dulces y con los blancos chocolates, y también podías intercambiar con los
otros. Yo me quedaba sorprendido mirando los papeles, me gustaba mucho el
Juego, y además podía conseguir mis dulces, y llevarles uno a mi mamá y a mi
hermano menor.
Después cuando conseguía
algo de dinero, invitaba a mis amigos a ir a la tienda y allí comprábamos
chocolates y panecillos, nos sentábamos a comer en las mangas o en los parques
y simplemente nos concentrábamos en los sabores, y luego nos poníamos a charlar
de las pelis o de cualquier cosa, siempre había algo que decir, jugar y
experimentar.
Hace una semana después
de haber realizado un trabajo recibí algo de dinero, me fui a comprar yogures,
cocos y otros snacks, me senté tranquilo en una silla del centro comercial
moderno que hay cerca de casa y sólo me concentré en los sabores, y recordé que
eso de ese entonces era un ritual gracioso y agradable, estaba solo sin esos
amigos que han cambiado de vidas o ya han muerto, pero la sensación era igual
el disfrutar el momento, acompañado de algo rico por comer.
Y el domingo, cuando
pagué por el pescado y el vendedor se quedó mirando el dinero y pensando en voz
alta, “ me diste veinte, esto vale 6 así que te devuelvo 14” me di cuenta de
algo gracioso, de que nunca hemos dejado de jugar a comprar cosas con papeles,
que seguimos siendo esos mismos niños, pero que nos hemos olvidado que todo
esto de la economía, del cambio de bienes, de la sociedad, de las ciudades es
un juego y por tal hay que tratarlo con alegría, disfrutarlo cada día y jugarlo
lo más justo que podamos.
¿Y qué haríais si Dios os hablara directamente y os dijera: Os ordeno que seáis felices mientras viváis? ¿ Qué haríais entonces? Richard Bach
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