viernes, 16 de septiembre de 2016

Hacer mejores preguntas

En la escuela nos enseñan a responder preguntas, responder preguntas es una gran habilidad, muy importante para vivir mejor en este mundo, el problema es que nos enseñan a responder las preguntas que están predefinidas, no las nuestras, no las originales que cada ser humano se genera debido a que es diferente, cada cual tiene curiosidades diferentes y ese ha sido sin lugar a dudas uno de los problemas de nuestra educación.

Una vez le preguntaron a Albert Einstein que haría si tuviera un solo minuto, la respuesta fue, una parte del minuto la usaría haciéndome una pregunta y el resto lo gastaría respondiendola.



¡¡Qué explicación tan simple de como utilizar sabiamente el tiempo!!

Hagamos un pequeño análisis de esta respuesta tan fabulosa, primero esta el hacer uno mismo la pregunta, él no dice, buscaría en google una pregunta, o miraría que problemas tiene el mundo, no, el dice me haría una pregunta, esas son las importantes, las que nos gusta responder con pasión.

Cuando Mikao Issue el fundador del Reiki empezó su travesía, solo tenía una pregunta, su pregunta, única, la pregunta que le hacía vibrar el alma, "¿Cómo se puede curar gente con las manos?" estudió teología, viajo al Nepal, aprendió a leer Sánscrito, aprendió a leer símbolos Chinos, gastó más de diez años de su vida buscando la respuesta en libros, en las enseñanzas de Cristo, en textos ocultos, externamente, hasta que un día se sentó a meditar por 20 días y 20 noches, en ayuno completo, repitiéndose para sí la pregunta "¿Cómo puedo sanar con las manos a otras personas?" Y la leyenda cuenta que justo al día veinte, finalizando la noche, encontró la iluminación, la respuesta.

Y eso hizo que su vida fuese singular. Y todo se reduce a responder esa pregunta. ¡Qué simple!

Esa pregunta, es nuestra, una de las únicas posesiones que realmente tendremos en la vida, pero no es única, podemos tener miles de preguntas en nuestra vida y responder cientos de ellas, y hacer una vida memorable, dejar cosas memorables para otros, esa es una de las cosas mágicas del ser humano, es una maquina de preguntas, todas cuantas desee, en un minuto Einstein tuvo una, y Einstein tuvo cientos de miles de minutos en su vida, probablemente miles de preguntas, y estaba interesado en responderselas a si mismo.

Pero en lugar de acostumbrarnos a hacer preguntas y mejorar la calidad de las preguntas, nos hemos acostumbrado a hacer preguntas simples que cualquiera puede responder, preguntas que no nos llevan a ningún lado, que no involucran acción, ¿Qué hubiera pasado si Mikao Issue hubiera preguntado, ¿Cómo puedo quitar una infección de una herida utilizando la medicina actual? Seguramente no sabríamos nada sobre el Reiki, ni sobre Mikao, porque es una pregunta simple, de esas que le enseñan a responder a uno en la escuela, de esas que encuentra uno en Google, y que las responden en Yahoo. No involucra nada, no cambia nada.

Soy nuevo en esto de hacerme buenas preguntas, así que voy a esforzarme en hacer un par de buenos ejemplos, de buenas preguntas.

Juego de preguntas 1

¿Cómo conseguir una novia? Es una pregunta simple, tonta y sin sentido.
¿Cómo conseguía novias Don Juan de Marco o Giocomo Casanova? Se ha mejorado, pero aún no es una buena pregunta.
¿Qué es lo que las mujeres quieren y cómo puedo dárselos yo? Ahora estamos ante una pregunta más sofisticada, responder esta pregunta nos llevará a tener una novia, a tener mejores relaciones con las mujeres, a apreciarlas, y a ser recordados,
¿Qué pasaría si yo fuera el hombre más atractivo que pudiera ser?

Juego de preguntas 2

¿Cuál es el propósito de la vida? Simple, tonta y no lleva a nada.
¿Qué puede hacer un hombre con el tiempo que le queda si es adulto, qué cosas puede aprender, que personas puede conocer, que puede cambiar y qué no, que puede construir, hasta donde puede llegar, qué pasaría si hago el experimento con mi vida? (Buckminster Fuller hizo esta pregunta) Y no te cuento que cosas logró en su vida, pero estoy seguro que esa pregunta vale todo el oro y los diamantes del mundo responderla por uno mismo.

La segunda parte es de igual importancia, responderla uno mismo, si la responden otros no hay merito, no hay avance, no hay aprendizaje, no hay valoración de parte de uno con uno mismo, el hacerse las preguntas es la mitad del camino, pero el ir con todo a responderla es la parte más excitante, y la que nos da valía, la que al final nos hace sentir orgullosos por la historia única que creamos al responderla a nuestro modo, si tuvimos que leer, si tuvimos que viajar, si tuvimos que sentarnos a aprender, si tuvimos que ponernos a trabajar, cavar la tierra, inyectarnos, matar, destruir, construir, inventar, amar, olvidar, reconstruirnos, lo que sea, si lo hicimos y fuimos "all in" si fuimos honestos con nosotros mismos, así fuese en un solo instante de nuestro máximo y quisimos responderla, la vida nos dará el tiempo suficiente para dar con la respuesta, por nosotros mismos, esa es uno de los grandes secretos de la vida. 

"Es como hacer una cerradura, y luego trabajar en hacer una llave que solo puede ser hecha con nuestras herramientas"



"¿Cómo sería estar viajando en un haz de luz?" Albert Einstein.





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